Paco Roca en el aula de 4º




En mis clases de Ética de 4º de la ESO, comienzo el primer trimestre con un taller de educación emocional titulado Me acuerdo de..., centrado en la identidad personal y la memoria biográfica. Aquí podéis ver los resultados del curso pasado. Entre las tareas de este taller, vemos y aprendemos con la película de animación Arrugas, basada en el famoso cómic de Paco Roca.

Este curso hemos tenido la gran suerte de contar con la presencia de Paco Roca a través Skype. Le escribí un email, invitándole a pasar un rato con mis alumnos y no tardó en contestarme que sí. 


Previamente habíamos visto la película y trabajado en torno a ella. Aprovechamos parte de ese material para nuestra sesión de video-charla.

En Google Drive tengo las tareas propuestas durante la sesión. Aquí tenéis la carpeta, por si os sirve. El guión fue el siguiente:


Los alumnos debían llevar preparado para la sesión:

- al menos un par de preguntas para el invitado;
- escribir un breve relato en el que se imaginen cómo sería la vida de uno de los personajes antes de entrar en la residencia de ancianos;
- elegir un personaje y decir por qué lo han elegido;
- escribir un relato en el digan cómo se imaginan cuando sean ancianos.


Comparto con vosotros el audio grabado durante la video-charla. Todo un lujo. Además, la tecnología se alió con nosotros, cosa que se agradece; ya sabéis que falla a menudo. Desde aquí, mi agradecimiento a Paco Roca por su generosidad y su empatía con los alumnos.

Caligrafía y mecanografía en las aulas



Hace tiempo que es tema de debate entre docentes la noticia sobre la intención del sistema educativo finlandés de eliminar la caligrafía en las aulas. La idea de Finlandia, sin embargo, es dejar como optativa la caligrafía e incluir como obligatoria la mecanografía. La caligrafía se mantendría especialmente en los primeros años de educación y se añadiría la mecanografía como obligatoria, dado que hoy en día todo ciudadano, menor o adulto, escribe a través dispositivos digitales (ordenador, móvil, tabletas), tanto en el ámbito profesional como personal.

Esta noticia ha provocado cierta preocupación entre docentes y padres, quienes piensan en el peligro que supondría abandonar la caligrafía en las primeras etapas del proceso educativo. Neuropsicólogos, pedagogos y técnicos educativos postulan tesis diversas, aunque la mayoría insisten en que la unidad mano-cerebro debe seguir educándose. La caligrafía en las primeras etapas permite que 

- memorice y discrimine las grafías;
- mano y cerebro aprendan al unísono a procesar información;
- adquiera hábitos de trabajo que requieren tiempos lentos y paulatinos de asimilación.

La sospecha está en que la mediación de dispositivos digitales en el aprendizaje inicial de las grafías, las palabras y su significado pueda mal acostumbrar al cerebro, dificultando procesos que requieren más calma y reflexión, y dispersando la atención. Sin embargo, existen numerosas experiencias de aprendizaje a través de dispositivos digitales en niños con dificultades motoras y cognitivas que han tenido un éxito empírico más que aceptable. A esto se añade el hecho de que cada vez hay más niños que llegan a la escuela habiendo accedido al universo de las palabras a través de esos dispositivos, sin la mediación de un lápiz y un papel.

La caligrafía manual puede aprenderse a través de dispositivos digitales, sin abandonar el hábito de escribir. A priori, la tecnología no debiera ser enemigo de esas prácticas. Es más, puede facilitar el aprendizaje, potenciando la visualización e interacción. La pregunta es si el aprendizaje de letras y palabras acabará eliminando el arte de escribir directamente las grafías. Creo sinceramente que no; que en los primeros años de escuela el niño debe identificarlas y saber escribirlas a mano, independientemente del medio que utilice. Sin embargo, pasado ese estadio de aprendizaje es estéril debatir sobre la necesidad de escribir o no a través de dispositivos digitales. Lo haremos y cada vez más y mejor, si la escuela se pone a ello con unidad de criterio y determinación. 

El entorno de escritura y lectura es ya eminentemente digital. Un niño lee y escribe la mayor parte de los textos a través de dispositivos. Y el entorno laboral es ya digital; se espera a priori que un trabajador tenga no solo soltura en mecanografía, sino conocimientos básicos de ofimática. La escuela debe atender a esas necesidades, sin temor ni prejuicios. Es responsabilidad del docente formarse no solo en el dominio de esos dispositivos, sino en su uso didáctico, y de las administraciones dotar de programas formativos eficaces a este respecto. Sin embargo, la realidad actual es deficiente. El profesorado es aún en buena medida un analfabeto digital, pese a los intentos de elevar su nivel de competencia digital. Usa poco las tecnologías en el aula, y cuando lo hace se asegura que el entorno sea fijo y prediseñado, sin implicar creativamente al alumno en la creación de contenidos. El área de informática es aún residual y anecdótica. La posibilidad de que cada alumno pueda utilizar un portátil que pueda llevarse a casa para 'mecanografiar' tareas es más una intención que un hecho.

No es extraño que Finlandia se plantee la necesidad de que todo alumno, llegada una cierta edad, sepa mecanografiar con soltura, así como manejarse con eficacia en entornos digitales básicos. Nadie discute que deba existir un plan de competencia lingüística en el dominio del inglés, ¿por qué entonces somos tan reticentes a que todo alumno sepa mecanografiar y crear contenidos en entornos digitales? Tarde o temprano tendremos que asumir este reto. Ya hay muchos docentes que lo están acometiendo con creatividad y resultados más que decentes. 

Sin embargo, seamos realistas. La competencia digital del docente es deficiente. No existe aún una cultura de uso didáctico de medios digitales en el aula. Lo ideal es que todo docente tuviera competencias básicas en mecanografía y ofimática básica; y si pudiera ser, en el uso didáctico de medios digitales en entornos creativos de aprendizaje y enseñanza. A esto se suma el hecho preocupante de que los hábitos sociales de uso de dispositivos digitales entre nuestros alumnos es a menudo un obstáculo; la cultura del tuit, la información breve, escasa, irreflexiva, como mero medio de diversión o intercambio de información entre iguales, poco tiene que ver con el intento del docente de fabricar mensajes bien expresados, creativos y críticos. La tecnología puede ser un aliado metodológico eficaz, pero también hay que recordar que debemos habituar al alumno a usarla con criterio, de forma selectiva, con responsabilidad, creatividad y tiempo suficiente para reflexionar.

Educar en entornos digitales no es un reto solamente técnico (de dominio en el uso de gadgets), sino que debemos tener siempre como ejes primordiales del proceso de enseñar la metodología y la evaluación. La tecnología es un medio, una herramienta, no el objetivo final. A veces se nos olvida. Pero, en cualquier caso, es un medio que no podemos obviar. Saber utilizar la tecnología como medio práctico, creativo, informativo, colaborativo y crítico. Los docentes debemos acometer esta nueva era digital con cabeza, sin miedo, alergia o pereza. De lo contrario, los alumnos acabarán asimilando la tecnología sin capacidad crítica, como ciudadanos pasivos. Un peligro más inquietante que la simple preocupación de aprender a escribir con un teclado.

Dotación TIC en Extremadura: molinos de viento



La Consejería de Educación de Extremadura ha publicado una instrucción a través de la cual deja más o menos claro el proyecto de formación y dotación TIC que será al parecer el que determine los próximos diez años. Un tanto precipitado y mal hilado que los centros deban decidir en siete días su dotación tecnológica para la próxima década.

En el primer semestre de 2015 comenzará el llamado Portfolio de la Competencia Digital Docente. Cualquier docente podrá conocer su nivel competencial en el uso de las TIC, ofreciendo itinerarios formativos y de capacitación para alcanzar los niveles adecuados para el desempeño de sus funciones como docente. 

No se dice más. La idea a priori es aumentar la capacitación TIC del docente, pero no se concreta ni la forma de hacerlo ni las implicaciones que tendrá dicha capacitación. Pero lo más inquietante es que se habla de la capacitación TIC del docente como si ésta fuera la vía esencial para la mejora de su formación profesional, sin atender a aspectos tan importantes como la adopción de metodologías y evaluaciones innovadoras. Sigue intuyéndose que la política educativa en Extremadura está convencida de que la dotación TIC y el manejo de gadgets serán condiciones suficientes para que se dé un verdadero cambio en la forma de enseñar. Un error grave y peligroso. El formato WI-FI, dispositivos personales, videoproyector y PDI, sumado a la incorporación de la plataforma eScholarium, no asegura este viraje innovador; es más, reproduce metodologías tradicionales, generando un espejismo de falsa innovación. El docente sustituye el libro de texto por el digital y la pizarra de antaño por una interactiva. Eso es todo. No se dota al sistema de un plan serio, que favorezca la migración de metodologías docentes y que sea evaluable con efectividad. Al contrario, se exagera la importancia del dispositivo y el libro digital como ejes del cambio pedagógico. 

Para el docente que ya sea converso, decir que por lo menos desaparecen las mesas fijas, lo que facilitará el movimiento en el aula y el trabajo colaborativo.

Por otro lado, en la instrucción se indica que cada centro debe recoger sus necesidades actuales de equipamiento TIC, con el fin de basar las contrataciones de material a realizar en 2015. Piden información sobre la disponibilidad de espacios de los centros, su realidad sociocultural, o las propias decisiones acerca del modelo de TIC educativo más conveniente para el centro y su Proyecto Educativo.

Todos los centros de enseñanza no universitaria de la región sostenidos con fondos públicos, a través de sus equipos directivos, deberán cumplimentar un cuestionario online en: 


que estará disponible a partir del 15 de diciembre y se podrá rellenar hasta el 22 de diciembre. Para la recogida de datos, puede contarse con una la tabla que se subirá a dicha web a partir del día siguiente a la publicación de esta instrucción.

La idea inicial es saber qué necesita cada centro y dotarlo adecuadamente. Pero esta dotación está claramente marcada a priori por un marco prediseñado, caracterizado por:

- Videoproyector y PDI.

Wi-Fi: se pretende llegar a la fibra, pero por ahora solo tenemos una tenue subida, insuficiente para cubrir las necesidades de un centro con no muchos alumnos.

- Dispositivos personales que cada alumno debe comprar u obtener a través de beca (usufructo). Ligado a beca de libros; aún no se sabe si el alumno podrá acceder a beca de los dos tipos de libro, en el caso que el docente trabaje con ambos; es previsible que no, que tendrá que elegir. No solo tenemos que tener en cuenta si el modelo de dotación será justo y equilibrado, sino el difícil acceso de familias en situación precaria a un acceso de Wi-Fi en casa. Es previsible que los dispositivos se usarán en clase y poco más, exceptuando las familias con holgado acceso a recursos digitales.

- Libros digitales de editoriales: gratis 2 años, a pagar después. A no ser que el docente decida trabajar sin libro comercial y o crear sus contenidos, o que los creen sus alumnos. Sería lo deseable si queremos un cambio innovador, pero no es previsible que la administración quiera fomentar esa senda, visto los contenidos de la formación previa de eScholarium y su posterior seguimiento (inexistente) del proyecto. El formato de trabajo en el aulas lo marca la dotación TIC que propone la administración: portátil, PDI y contenidos digitales prediseñados. El marco pedagógico oficial se basa en la omnipotencia del dispositivo, frente a la necesaria reflexión metodológica y su evaluación.

- Técnicos informáticos itinerantes, que cubrirán las necesidades de varios centros de la zona. En vez de contratar a más personal, se diversifica el servicio, debilitando la efectividad del mismo. Se prevé que el mantenimiento de los portátiles lo pueda tomar empresas subcontratadas. Está por ver. Pero el caos es previsible. A mínimo que exista un problema, los docentes más reacios a cambiar sus metodologías, virarán de nuevo al corta y pega.

- Dotación para un aula de informática con dispositivos de mayor calidad, que permitan editar multimedia. Una idea vieja y reivindicada por muchos docentes desde hace mucho tiempo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no se debiera dotar de un aula con estas características si después se va a mal usar. La dotación debe corresponder a necesidades contextualizadas y evaluables.

- eScholarium sustituye a Rayuela y amplía sus servicios, permitiendo disponer de una plataforma de subida y edición de contenidos digitales, comerciales o de auto creación. Por ahora es un proyecto piloto, con un plan progresivo de adopción por parte de los centros, a través de formación específica y dotación de libros digitales comerciales gratuitos solo durante dos años. La administración parece encaminada a ofrecer una plataforma de volcado de libros comerciales más que a fomentar la creación de contenidos. A este respecto solo destaca su promoción de Constructor 2.0., un software libre de creación de ODIs que utilizan más bien pocos docentes. eScholarium choca frontalmente con la filosofía de trabajo colaborativa y a través de la nube, que caracteriza el modelo de intervención del profesorado innovador extremeño. Hoy se trabaja de forma interactiva más allá de plataformas cerradas, utilizando variadas herramientas, digitales o no, y primando la creación de contenidos y la interacción física, no solo virtual, entre alumnos y centros. 

eScholarium es un invento regresivo y autocomplaciente, ligado no a la creación, sino a la adquisición de libros digitales que aseguren pingües beneficios a un sector editorial debilitado por la crisis económica. Convierte al docente tradicional en una copia digitalizada de sí mismo. El servicio TIC extremeño se ha convertido en  el omnipotente director de las políticas de formación e innovación, cuando debiera ser al revés. 

Un plan formativo centrado en la metodología y la evaluación debiera dirigir el futuro de la educación. Un plan que apueste por la formación en centros y entre centros, más que el atávico modelo formativo de los CPRs. Que dote de recursos en función de proyectos educativos de centro estables y continuados, evaluables con rigor y ánimo constructivo. Que abandone su obsesión por el dispositivo rutilante (que vende mejor ante los medios, pese a que no alimente el cambio educativo). Que cree la figura del agente formativo de centro, más allá del insuficiente y abandonado rol del coordinador TIC. Que modifique el modelo de programación de aula y de evaluación del docente, asegurando cambios metodológicos progresivos (que no debiera fiscalizar un inspector sin formación pedagógica).